En Tree of Life International School construimos la aventura de estudiar en base a los siguientes pilares: descifrar las claves del aprendizaje y diseñar un método que motive y encienda la mente de nuestros alumnos. Por eso viene implementando el Aprendizaje Basado en Proyectos desde hace años. Para continuar cimentando esto, en el 2021, se sumó un equipo experto para supervisar su aplicación en toda la escuela, alineándolo con los estándares del Buck Institute y de Cambridge Programs. Conversamos con Florencia Morado, experta en PBL (siglas en inglés) para que nos cuente sobre el balance de este año innovador y emocionante en el cual se profundizó de forma masiva e intensiva en esta metodología de aprendizaje.

 

En Early Childhood aprenden sobre las abejas a través del proyecto “El mundo de las abejas”.

 

¿Cuál fue el hilo conductor que buscaron a la hora de plantear los proyectos?

El hilo conductor que nos propusimos fueron los estándares de Buck Institute, que plantea una serie de pasos y procesos que deben estar presentes en todo proyecto. Se debe iniciar con una pregunta inquietante o motivante, un desafío o problema a resolver o el diseño de una posible solución. También puede ser un producto creado a partir de preguntas iniciales abiertas. Este es otro punto importante, las preguntas iniciales no deben tener una única respuesta, sino que deben ser lo suficientemente abiertas para generar la necesidad de investigar. Además, hay una serie de protocolos para guiar la investigación, para incentivar la reflexión y para hacer visible el pensamiento. Se debe fomentar la investigación guiada y autónoma, el trabajo individual y grupal. Por otro lado, el producto se va construyendo progresivamente a lo largo de todo el proceso. Finalmente, es necesario que se piense la escuela como parte de la comunidad, por eso se invitan personas externas tanto durante el proceso como para mostrar el resultado final del proyecto. Asimismo, se invita a los estudiantes a reflexionar sobre su propio aprendizaje.

 

En Juniors 1, los estudiantes reflexionan sobre el ciberacoso en su proyecto de Inglés, junto a teacher Kelsey.

 

 ¿Cuál fue el desafío más inesperado que surgió durante la guía de los proyectos?

Las áreas más desafiantes fueron Mandarín y Physical Education. El primer caso porque para desarrollar los proyectos y hacer investigación se requiere un alto dominio del lenguaje y del vocabulario. En muchos casos los estudiantes querían decir muchísimas cosas pero no sabían cómo. Justamente es lo que sucede con PBL, permite profundizar tanto como la curiosidad y las ganas de aprender lo fomenten. El trabajar con proyectos que entusiasman llevan a profundizar más y más, pero en otro idioma, especialmente Mandarín, es un gran desafío. Lo resolvimos acotando los proyectos y garantizando que los estudiantes puedan conocer y decir lo más posible dentro de los límites lógicos de su dominio del idioma. En cuanto a PE, el gran desafío partió porque normalmente se ejecuta la práctica sin tener instancias de análisis y reflexión. En este caso, se propusieron muchas instancias de análisis y reflexión, lo que permitió a los estudiantes conocer más, plantearse objetivos, saber cómo alcanzarlos, entender que los deportes requieren entrenamiento planificado y a conciencia.

 

En Elementary 3, teacher Amanda supervisa el progreso de un alumno en su proyecto “Casa pequeña”.

 

¿El proceso de seguimiento con los profesores salió como esperado? ¿Tuvieron alguna sorpresa?

El proceso de seguimiento fue mucho mejor de lo esperado. Cuando uno inicia procesos de acompañamiento en innovación educativa, al inicio hay un gran grado de incertidumbre. Innovar sobre la práctica, durante la práctica implica desestabilizar saberes previos y certezas adquiridas a lo largo de los años. Por eso fue tan importante por un lado, la voluntad, la comprensión y las ganas de crecer profesionalmente de las y los profesores, y por otro lado, el acompañamiento permanente para poder reestablecer la confianza y las certezas a la vez que se cuestionaban prácticas pedagógicas tradicionales. Se transitó en equipo todo el proceso de deconstrucción y reconstrucción. Las sorpresas que hicieron emocionar fueron los cierres de proyectos de fin de año y los open house. Logramos mucho más de lo que nos habíamos propuesto.

 

Un estudiante de Senior graba su podcast para su proyecto de Español, para el sitio web Voces.

 

¿Cuál fue el momento en el proceso de aprendizaje de los alumnos que más te sacó una sonrisa?

Fueron muchos. Los niños de Early Childhood, trasformados en expertos sobre la vida de las abejas. Los proyectos que presentaron con seguridad y fundamentos científicos en la Conferencia Internacional STEAM Fair. El compromiso en la realización y presentación de los foto-ensayos sobre trastornos de la alimentación. Los niños y niñas de Foundations presentando sus superhéroes en Mandarín. Los niños y niñas de Elementary II y Juniors I, orgullosos y felices, presentando a “chinos de verdad”. La alegría de las familias completas en el TOLIS Olympics Games, que fue el primer evento de encuentro físico post-pandemia, lleno de alegría y energía. Los niños y niñas de Elementary II, leyendo y actuando sus historias, organizándose para la puesta en escena con luces y sonidos. Los estudiantes de Seniors presentando su museo virtual a un historiador y analizando de tú a tú con un profesional experto el devenir histórico del Siglo XX. Me sacaron muchas sonrisas y lágrimas de orgullo y emoción.

 

Una estudiante de Junior 1 prepara un purificador de agua para su proyecto de Ciencias del Steam Fair.

 

¿Cuáles son las expectativas que tienen para PBL en el 2022?

La mayor expectativa es que se consoliden los procesos, seguir creciendo. Además, mostrar a través de escritos académicos a las familias y a la comunidad internacional los logros de esta metodología innovadora. Innovar en los procesos de evaluación de los aprendizajes.

 

En Mandarín, los alumnos diseñaron sus animales y en el proceso aprendieron a nombrar sus partes en ese idioma.

 

La conversación con Florencia Morado cierra con una nota de esperanza. Ella y Eva Melo apuntalaron en el paso a paso la implementación de la metodología en las aulas. Con paciencia y firmeza, a través del diálogo, escucharon las necesidades y los retos de los profesores y acompañaron el proceso, aportando su dosis de saber y creatividad.

 

 

Todos sabemos, que el 2021 fue un año de reacomodación, que inició con un modelo híbrido y luego un retorno gradual a la presencialidad. Fue el año en que los profesores, alumnos y familias debieron confiar en el proceso educativo y en la importancia del encuentro, luego del aislamiento y la incertidumbre (que aún continúa). Fue el año de la solidaridad, de la resiliencia, del cambio. En ese contexto, fue el año de inmersión profunda en la metodología de Aprendizajes basados en proyectos (PBL).

 

En Foundations, una estudiante muestra las luces de su robot gato-unicornio diseñado en clase de Ciencias a la experta invitada.

 

Una metodología centrada en el humanismo, en tiempos de desconexión. Centrada en la escucha y la comprensión, en tiempos de sobreinformación y confusión. Centrada en la confianza de las habilidades de los alumnos, en el caos creativo guiado, en el descubrimiento y el asombro de aprender. Una metodología amorosa, que se vuelve urgente en tiempos de desaliento.

Con este nuevo paso, Tree of Life International School apostó una vez más al encuentro, y redobló el esfuerzo para que la escuela sea ese lugar al que los estudiantes quieren ir.

 

Entrevista por Alicia Nieva

Entrevistada: Florencia Morado

Fotografías por Leandro Natale