El viernes 19 de noviembre, Tree of Life International School se convirtió en la sede de los pequeños superhéroes de Foundations. Como parte del proyecto de Mandarín, que respondía a la pregunta disparadora: ¿Cómo puedo ser un superhéroe?, el Oasis de la escuela reunió a los enmascarados y portadores de capas más adorables del planeta.

 

 

Conejitas superheroínas, superhéroes con antifaces multicolores, encapuchados, amigos del mundo de Super Mario y muchos seres de mágicos poderes caminaban por los pasillos.

Esta liga de superhéroes estaban listos para contarles a sus padres y familiares todo lo que habían aprendido en Mandarín. Se Chien, profesor de la materia nos cuenta lo que aprendieron los estudiantes en este proyecto.

 

Super conejita explicaba sus poderes que consistían en lanzar plantas y congelar con colores.

 

“Por medio del proyecto, los chicos aprendieron a decir quiénes son y de presentar a su superhéroe. De esta forma practican en Mandarín a presentarse, a saludar, a decir “hola, me llamo de tal forma, cuántos años tengo”, también aprendieron el proceso de reconocer los caracteres de héroe y heroína, “nan que es hombre, nun que es mujer”.

 

 

Otra meta de aprendizaje fue que pudieran “describir al superhéroe usando los pronombres “ella o él”, que lograran decir en Mandarín “cuántos años tienen, qué superpoderes tienen”.  Se Chien nos explica que “también aprendieron los nombres de los miembros de familia y de animales”.

 

 

Cuando le preguntamos sobre los retos del proyecto, nos señaló que el mayor de todos “fue escribir en caracteres en Mandarín. Cada chico tiene diferentes poderes y cada estudiante tiene que hacer su cartel, al tener que escribir sus caracteres”.

 

 

Además, “diseñaron sus héroes con recursos reciclables, hicieron disfraces con las características de su personaje. También hicieron una identificación, en los cuales escribieron sus datos en mandarín”.

 

 

En ¿Cómo puedes ser un superhéroe? Se Chien nos cuenta que también se cruzó con la Tecnología, “ya que los estudiantes programaron con Makey Makey, los circuitos para que al tocar los botones se pudieran escuchar sus voces grabadas diciendo la presentación en Mandarín”.

 

 

Cuando uno pasaba por el Oasis rumbo a sus clases, no podía evitar detenerse un ratito para apreciar las caritas felices de los superhéroes y superheroínas que, orgullosos y valientes, se animaban a tomar el micrófono y pronunciar en Mandarín sus habilidades, sus poderes y sus sueños. Cada niño y niña encarnaba su personaje a la perfección. Sus sueños no tenían límites. Al verlos, uno podía confiar en que estos pequeños superhéroes de hoy serán los que salvarán a nuestro mundo de mañana.

 

Texto por Se Chien y Alicia Nieva

Fotografías por Leandro Natale