Lucía crea un árbol como parte de la coreografía de Soy Madera, junto a sus compañeros de Elementary 2.

“La poesía habla al ser humano no como ser hecho, sino por hacer, le descubre espacios interiores que ignoraba tener y que por eso no tenía. (…) solo en lo desconocido canta la poesía” recitó el poeta Juan Gelman. Con estos versos intentaba apresar lo escurridizo de la potencia poética. Mucho de ese mundo interior pudo apreciarse en el Festival de Poesía organizado por varios profesores que la tuvimos de protagonista de nuestros proyectos de Español.

A fines del primer periodo, Tree of Life International School invitó a los estudiantes y sus familias al evento público donde la poesía palpitó en las gargantas y corazones de los chicos.

Este festival contó con el aporte del trabajo conjunto de profesores y estudiantes de varios cursos. Participaron de Elementary 2, 3 y Junior 2.

Los estudiantes de Elementary 2 muestran su trabajo de Expresión corporal.

Daniela Flores, profesora de Español de los estudiantes de Elementary 2, trabajó durante el primer periodo con la poesía. Los chicos indagaron en lo figurativo del lenguaje, leyendo poesía y escribiéndola en sus clases como parte de su proyecto de PBL.

“Lo que más me llamó la atención del proyecto fue observar cómo los chicos, por sí solos, lograron identificar y emplear en sus poesías, un lenguaje poético al usar, inconscientemente, figuras literarias, para darle sentido a sus poesías. Además de usar la rima en sus producciones”, nos comentó la profesora Daniela.

Los estudiantes de Sección B se preparan para leer sus poesías en el escenario.

En la voz infantil podemos oír la curiosidad inicial hacia todo, la pregunta por lo que son las cosas, el lenguaje puro que con solo nombrar crea.

“El corazón es parte del cuerpo/ el corazón te hace latir/ el corazón es como el amor” nos dice Octavio.

O “La Tierra es un planeta/ la Tierra está en el universo/ La Tierra es en donde los humanos viven” nos recuerda el mismo estudiante.

Los estudiantes esperan, felices, el momento para mostrar su coreografía.

Para los chicos de esta edad el lenguaje es juego puro “La banana se despierta a la mañana/ La banana visita a la bandera/La banana se encuentra una ananá.”, recita Augusto practicando con los sonidos y las rimas el absurdo y el humor.

Y la naturaleza es ese misterio poético, “Las flores salen de un capullo verde,/dentro de ahí crecen y crecen./Cuando salen ya son adultas,/pero de adultas pétalo por pétalo cambian su color”, recita Lucía.

Los chicos fueron recitando de esta forma en el escenario y compartiendo sus logros alcanzados. Como parte del proyecto de Daniela Flores, el trabajo literario de la clase luego fue plasmado en libros coloreados. Su venta permitía recaudar dinero para la asociación Territorio de Zaguates que rescata perros de la calle.

A lo largo del evento, también hubo números musicales y dramatizaciones de poemas sobre el bullying como parte del proyecto de poesía de la profesora de Español de Elementary 3, Lucía Bonilla Mena. En las clases indagaron en la función de protesta y expresión social de la poesía. Los estudiantes tuvieron la iniciativa de elegir canciones cuyos temas coincidieran con estas ideas claves, aprendieron coreografías y recitaron partes del poema mientras actuaban en el escenario.

El baile y la música también acompañaron la velada.

La pregunta disparadora del proyecto liderado por la profesora Lucía era: “¿Cómo podemos usar la poesía para promover la tolerancia?

Lucía nos contó sobre los estudiantes de Elementary 3: “En general, les gusta bastante la poesía, tanto leer como que les lean. Les sorprendió saber que las canciones también son poesía y tienen todas las características que debe de tener un poema: rimas, versos, estrofas. De ahí, uno de los grupos sintió que podía elegir una canción cuya letra era justo el mensaje de tolerancia que querían transmitir”.

“Siento que el proyecto logró la combinación justa entre el lenguaje poético, entre la forma de interpretarlo y combinarlo con las habilidades creativas y artísticas de los chicos”, concluyó la profesora.

En las clases de JR2, trabajamos en el proyecto “Un poema al día para mostrar mi mundo”.  La pregunta disparadora era: ¿Cómo podemos usar la poesía para expresarnos y dar a conocer a la audiencia sobre nuestro propio mundo personal?

Los estudiantes de JR2 también recitaron de forma oral sus creaciones poéticas.

La poesía puede ser la forma de decir lo que nos preocupa, lo que nos inspira, lo que nos identifica, es la palabra con su fortaleza que nos permite jugar con el lenguaje para mostrarnos tal cual somos.

Los temas de las poesías hablaban de amor, traición, frustración, soledad, entre otros.

Como parte del Entry Event, los estudiantes recibieron la visita de los poetas Carla Pravisani y Mario Zuñiga quienes leyeron poesía y conversaron a los alumnos sobre el quehacer del oficio. Luego de este encuentro, muchos estudiantes se permitieron repensar a la poesía: esta puede tener humor, hablar de aspectos íntimos, expresar emociones, contar pequeñas historias, servir para la protesta o la denuncia, dar a conocer nuestro punto de vista sobre lo que nos rodea.

Los estudiantes lograron superar sus temores y enfrentarse al público.

En el transcurso del proyecto, los alumnos indagaron técnicas creativas para escribir sus poemas, relacionándolos con problemáticas personales, emociones y sentimientos íntimos, en una búsqueda intensa para encontrar las palabras que transmitieran lo que deseaban comunicar.

Las figuras retóricas y las rimas (también el verso libre) se convirtieron en las herramientas con las cuales construir un lenguaje poético personal y único. Los estudiantes aprendieron sobre metáfora, símil, hipérbole, anáfora, encabalgamiento, aliteración, paranomasia, entre otros.

Mostraron sus emociones más íntimas con gran coraje.

A partir de ello, el lenguaje poético se convirtió en esa arcilla para modelar sus pequeños artefactos poéticos. Se trabajó con técnicas como el cadáver exquisito, la escritura automática, la asociación de ideas y la creación de caligramas en conjunto con la profesora de Arte, Flor Figueroa, entre otras.

Los estudiantes se acompañaron con amigos cuando fue necesario.

Otro aspecto importante del proyecto fue la presentación oral del poema propio. Para ello, se invitó a personas que practicaran el “slam poetry” o poesía recitada, y se practicó el lenguaje corporal y la proyección de la voz, así como la conexión con la audiencia.

El fruto de toda esta búsqueda interpretativa se vio el día del evento público.

Yo nunca seré de piedra, lloraré lo que haga falta/Porque si te vas, no sabré qué hacer” recitó un alumno el día del festival.

El miedo al fracaso/ me dan ganas de un abrazo”, enunció otro. 

Quiero volver a estos momentos/ pero no volverán a ser lo mismo/ Es como el cielo: cada día es diferente/ La luz de las estrellas está/ pero las estrellas/ya no”, expresó una estudiante en el escenario. 

La vida es como un videojuego, / Emocionante/ Retador /Aterrador” nos espetó una joven estudiante. 

Hoy yo tengo una duda/ algo que me abruma/ A veces me siento como un armario vacío/ dentro de una casa llena de gente”,· nos contó poéticamente, otro joven. 

De esta manera, los estudiantes lograron sus metas de aprendizaje al escribir poemas valiosos que los apelaban fuertemente y que provocaron la emoción en muchos de los presentes el día del festival.

Fueron acompañados por el profe Maykol Solorti en piano y por el estudiante Gino Daparo en la guitarra. Así, los recitados contaron con la potencia de la emoción y la improvisación musical que amenizó la presentación.

El logro de cada uno de ellos, de pararse frente a un público y animarse a narrar en voz alta sus aspectos más íntimos fue un acto de coraje y de crecimiento personal. Muchos de ellos lo vivieron como un salto positivo, una catarsis, un descargo y reivindicación de quiénes son y cómo se sienten.

Como profesora de ellos, quedé verdaderamente orgullosa, pude ver su progreso a lo largo del proyecto, pero sobretodo, valoro su valentía para hablar de lo que realmente los conmueve.

Ese día también hubo una exposición de artes visuales a cargo de la profesora Florencia Figueroa que constó de muchas instalaciones, fruto del trabajo constante que los chicos realizan en sus clases.

Como parte del evento público nos visitaron las expertas en poesía, las poetas Soledad Castresana y Daniela Kesselman, quienes felicitaron a los jóvenes poetas en ciernes.

En resumen, el festival de poesía fue un encuentro ameno, en el que la comunidad de TOLIS disfrutó de la poesía, las performances y la buena música.

Texto por Alicia Nieva

Fotografías por Leandro Natale