En esta sección, la Bitácora del Aprendizaje basado en Proyectos, T. Lucía Bonilla Mena, de Español para Elementary, reflexiona sobre su experiencia y recorrido personal implementando un proyecto PBL para la estimulación de la lecto-escritura en estudiantes de 7 a 9 años.
Ante la necesidad de inventiva
Hace algún tiempo leí cómo los niños de escasos recursos tienden a expandir su creatividad ante la necesidad y cómo esto- si es bien encausado- los lleva a aplicarlo en su vida académica. Por el contrario, estos mismos niños tienden a aburrirse más en la escuela de tipo academicista, por lo tanto ésta y otras razones los llevan al fracaso escolar.
Con el proyecto de Rincón de lectura sucedió algo similar. Es bien sabido que actualmente, es poco común que los niños lean por iniciativa propia, a sabiendas de que esto influye positivamente en su desarrollo.
Por tanto se les planteó la pregunta ¿por qué es importante leer y escribir?
Entre las respuestas que dieron comenzó a surgir un interés por esta área que era más aplicable a su entorno, su realidad de juego y sus intereses personales.
“Sí, porque me gusta actuar personajes con mi hermana”. Augusto. (8 años)
“Sí, porque me lleva a nuevas aventuras”. Jimena, (9 años).
“Sí, porque imagino muchas cosas chivas y si leo sola mejor me concentro más”. Valentina, (9 años).
¿Cómo podemos hacer para que todos leamos más?
Una vez que se les mostró a los chicos todos los beneficios que hace la lectura por ellos se les volvió a cuestionar con un problema a resolver: ¿Cómo podemos hacer para que todos leamos más?
Fue muy interesante notar cómo ellos mismos observaron que en la escuela no había una Biblioteca, así que usando su imaginación comenzaron a proponer ideas.
Trabajamos muchas habilidades y destrezas del idioma ligadas al proyecto: hacer listas de materiales, escribir reglas, uso de formularios para préstamo de libros, pasos para sacar un libro, etc. De esta forma se logró enlazar un gran proyecto con los temas académicos que deben estudiar (estoy segura de que pocos se percataron de que estaban aprendiendo estos temas mientras trabajaban en el proyecto, se dio muy natural, como parte de la necesidad de organización).
Houston, tenemos un problema
El proyecto incluía algunos materiales que no estaban disponibles en la escuela, por lo que los mismos estudiantes tuvieron que hacer su propia publicidad para pedir donaciones, sin embargo, para sorpresa de los chicos cuando regresamos de vacaciones de Semana Santa nadie había donado nada… Me gustó ver que los chicos se enfrentaron a esta realidad ya que su lista de materiales era más una carta a Santa Claus, así que pasaron por un proceso de acomodo y reestructuración, que estoy segura, fue un aprendizaje genuino.
El producto final
Como resultado, los chicos lograron armar un espacio ameno y relajante, donde no solo se pueden sumergir en la lectura, sino que también tienen opciones de juegos de mesa, dibujo y demás juegos tranquilos, lo que alimenta la socialización y seguridad de los niños con personalidad más introvertida.
Texto por profesora Lucía Bonilla Mena
Fotografías por Leandro Natale