En bambalinas, Ariana, es maquillada por Kyara, para convertirse en “Hierve Panza llena” la olla mágica que cocina cualquier comida cuando se lo piden.

 

En el patio pequeño de Sección A y B de la escuela Tree of Life International School se vive el revuelo. Enjambres de niños atareados se ocupan de mil tareas a la vez, con la premura y excitación, que sólo la previa de un espectáculo puede lograr.

 

El lagarto va emergiendo en las pinceladas de T.Astrid, mientras Ignacio entra en personaje.

 

Las sillas y mesas se mueven de lugar para crear las filas de butacas en las que la audiencia, formada por niños de Sección A, se sentará. Las ollas y las cucharas, los plátanos, las telas de colores,  y los elementos de la  utilería se van colocando en los lugares indicados del escenario.

 

 

Acompañando en el maquillaje a teacher Astrid estuvo Kyara, una madre de la escuela que dedicó su tiempo para las artes.

 

Anancy y sus telarañas traviesas crecen en los rostros de los jóvenes actores.

 

Un temblor de expectativa se siente en el aire. Los alumnos de Elementary II ultiman sus detalles de maquillaje y vestuario en bambalinas, se escuchan sus cuchicheos, mientras los espectadores, de menos de un metro de altura, se van ubicando en sus asientos, adornados con coronas de arañitas hechas en clase, para la ocasión.

 

Arañitas de ojos saltones y patas de colores se posan picaronamente en las cabezas de los niños de Sección A.

 

Es que pronto se levantará el telón imaginario y la profesora de Español y Teatro, Lucía Bonilla Mena, presentará con su voz vibrante y sonora, la obra “Cuentos de Anancy, una arañita muy traviesa”, un compilado de historias de la mitología afrocostarricense que los niños y niñas de Elementary II leyeron, guionaron y ensayaron para mostrar en esta calurosa mañana de Santa Ana.

 

 

En las bambalinas, los chicos van entrando en personaje, mientras el cambio progresivo que les da el maquillaje los transporta lentamente a la dimensión mágica del juego. A medida que las pinceladas van dibujando sus rostros, los niños van cruzando el umbral hacia la fantasía que los transportará al “Como si… “del Teatro, donde todo lo que es ilusión se vuelve verdad pura, gozo puro, fluir del tiempo…

 

Astrid es el hada que con sus polvos mágicos transforma a Benjamín en un tigre feroz.

 

Benjamín se viste con la piel del Tigre que será otro de los animales engañados por la traviesa araña, Anancy, en la carrera junto al río, uno de los cuentos elegidos para ser guionados y actuados en este encuentro teatral.

Finalmente, la espera ya no se puede soportar, el público quiere ver el escenario animarse con sus personajes. Entonces sí: “Luz, cámara y acción” anuncia T.Lucía y la obra comienza…

 

 

Una pequeña narradora lee en voz alta con entonación musical las acotaciones de la historia: presenta a Anancy, y los personajes entran a escena. Irene interpreta graciosamente a la esposa de Anancy, Kin es la mítica araña, Augusto es la mula e Ignacio es el lagarto.

Pronto empiezan a ocurrir situaciones graciosas: Anancy se mete en el estómago de la mula a seguir comiendo allí y se queda atascado, no puede salir… Los chicos aplauden y ríen a carcajadas cuando alguno de los actores tropieza y cae, o se mueven torpemente en una muestra experta de comedia corporal.

 

La audiencia se desternilla a carcajadas.

 

En otra escena, Anancy encuentra a Hierve Panza llena, una olla mágica, a la cual la traviesa araña le pedirá que le prepare las comidas más asombrosas. Con la panza siempre llena Anancy llega a su casa y nunca cena la comida que prepara la esposa, lo que provocará sospechas e investigaciones y un final inesperado.

La jornada teatral transcurre con hilaridad y entusiasmo; los artistas y el público alcanzan ese deseado momento de comunión en el arte. El asombro y la alegría estremecen a los más pequeños, gratificados por el despliegue escénico de los más grandecitos.

Después de la exitosa apertura del show, hablamos con T.Lucía para que nos contara cómo surgió este proyecto que combinó las materias de Español y Teatro y sus primeras palabras fueron: “esta fue una puesta en escena por y para los chicos.”

 

Anancy recibe la porción más grande de los plátanos con artilugios.

Cuéntanos cómo surgió la idea de fusionar Español y Teatro (Drama).

T.Lucía: – Así fue como surgió la idea de darle vida al mítico personaje de Anancy… una arañita que viajó con los esclavos africanos que vinieron a trabajar en la construcción del ferrocarril al Caribe y llegó para quedarse…  Con sus travesuras e inventos atrapó la atención de los chicos de Elementary II y alimentó su imaginación y creatividad. Un acercamiento y sensibilización ante la cultura afro costarricense con música, baile, calypso, rice and beans y playas exuberantes, así se vivió este proyecto fusión entre español y drama apodado por los chicos como “DRAMAÑOL. 

 

Espectadores atentos antes la dramatización de sus compañeros.

 

¿Cómo organizaste las etapas de trabajo y cómo articulaste español con el teatro?

T.Lucía: Para los chicos fue fácil engancharse con la idea de hacer una obra de teatro, sin embargo, pocos estaban conscientes del trabajo de organización y disciplina que esto conlleva.

Primero las lecturas, que al ser de forma grupal sirvieron para que entre sus iguales se corrigieran la dicción, entonación y se aclararan en el significado del vocabulario que no conocían. Luego elegían los cuentos favoritos por votación, ese era el que iban a dramatizar. 

Luego, hicieron un plan de acción para la organización haciendo listas de materiales para el escenario, lo que también involucró la escritura.

Tuvieron que utilizar adjetivos calificativos para describir ampliamente la personalidad y cómo se veían físicamente los personajes que querían representar.

Por último aprendieron cómo escribir diálogos de lo que dirían sus personajes y en qué secuencia sucedían los acontecimientos.

 

Anancy come tanto tanto, pero quiere más. Esta vez se meterá en el estómago de mula para lograrlo.

 

¿Hay algún aspecto que te gustaría resaltar del proceso de aprendizaje? ¿Notaste que algún chico con dificultad en lectura se encontrara más motivado?

T.Lucía: El trabajo en equipo y la colaboración producto de la modalidad Multiedad fueron los protagonistas en este proyecto: niños de niveles más altos orientando y liderando a sus compañeros.

Lo que sucedió es que, en los procesos como grupo, ellos se apoyaban para ver en qué se podían ayudar mutuamente, la motivación se dio por el empuje del grupo en sí, porque tenían que sacar adelante la obra.

 

 

T.Lucía: No se cuestionaron, en ningún momento, el hecho de tener que leer o escribir, porque estaban jugando, haciendo juegos de rol. Actuar, asumir un papel son todos aspectos que a los niños les resulta tan natural, que no se lo preguntaban. No hubo escenas ni panoramas de no querer leer o escribir, simplemente lo hacían, y como estaban en grupos si a alguno le costaba, el grupo lo ayudaba.

 

 

Cuando concluye en su relato, T.Lucía hace una pausa, buscando recursos para expresar lo que siente. Ha trabajado duro y con entrega para lograr esta representación animada y que fluye con naturalidad.

 

 

Las palabras danzan por su mente, busca, busca, pero no encuentra. Quizás la emoción es un torrente que se niega a ser verbalizado. Finalmente nos dice: “No tengo palabras para describir el brillo en los ojos de los niños al ver al público de Sección A riendo a carcajadas con sus dramatizaciones, simplemente, un disfrute pleno y auténtico de vivir la infancia, niños entreteniendo niños.”

 

Entrevista y texto por Alicia Nieva

Fotografías por Leandro Natale